Hace años y, por desgracia, todavía en algunas culturas, los celos se siguen percibiendo como algo positivo dentro de la relación de pareja, como una respuesta en la que se demuestra interés y miedo por perder a dicha persona, pero en verdad los celos no son para nada positivos a nivel psicológico, ni para el que los padece, ni para el que los recibe. Se pueden descontrolar en algún momento dado llevando a problemas más serios y tensiones o discusiones difíciles de resolver.
Hoy desde Crescere Psicólogos queremos hablar de los celos, y cómo saber si tu pareja o tú atravesáis una situación como esta.
Como decíamos al principio, los celos provocan en la pareja la sensación de pérdida, y esta no se produce únicamente por la aparición de una tercera persona, sino que también es posible experimentar celos hacia el trabajo, las amistades o los familiares.
Evidentemente, es algo normal sentir celos en alguna situación particular, el problema es no saber que esto está sucediendo o, no saber cómo manejar las emociones. Para ello vamos a explicar uno a uno los diferentes aspectos por los que es posible identificar una situación de celos por parte de tu pareja:
La confianza es el antónimo de los celos:
No es señal alguna de celos el preguntar a tu pareja cuáles son sus planes diarios o sus citas con amigos, pero solo cuando esto se hace desde el punto de vista de la amistad y la confianza. Este tipo de preguntas ha de ser única y exclusivamente con el objetivo de compartir y entender lo que hace tu pareja, no para generar preocupaciones por posibles comportamientos.
Se dice que la confianza es un concepto contrario a los celos, porque estos llegan en base a la preocupación y la desconfianza.
Los reproches y el victimismo:
Es muy común en una persona que experimenta celos de pareja, hacer ver que él o ella tiene la razón y, por el contrario, todo esa preocupación y desconfianza han sido provocados por un comportamiento “indebido” de dicha pareja.
Lo normal es que relacione el concepto del amor y el cariño con sus derechos a reprochar actitudes que le parecen indebidas o injustas. Justifica su reproche en el hecho de ser la víctima de una mala acción por parte de su pareja.
Los celos implican posesión y pertenencia:
Otro de los aspectos por los que es posible identificar los celos es el momento en el que la persona demuestra férreas actitudes de posesión y pertenencia. Claramente en una relación ha de haber comunicación, confianza y respecto, pero en ocasiones el respecto se confunde con la pertenencia, ya que se puede llegar a creer que por el simple hecho de que tu pareja tenga que respetarte, ya eres posesión de esa persona.
Este mismo concepto, el tema de la posesión, también se hace notar a la hora de pasar tiempo en pareja. Es muy común que la persona que padece celos quiera pasar el tiempo libre únicamente con su pareja y no compartir estos momentos con amigos o familia. Busca la exclusividad y el aislamiento social, algo que a la larga puede ser muy negativo, porque genera en ambas personas la sensación dependencia y complica mucho una posible separación.
La dependencia emocional:
Siguiendo la línea que veníamos comentando, está la dependencia emocional. Hablamos de dependencia emocional no solo cuando una persona tiene la necesidad de pasar el mayor tiempo con su pareja, sino también cuando se ve obligado a expresar sus sentimientos una y otra vez.
La dependencia está estrechamente ligada a la autoestima persona. Lo que ocurre es que una persona se apoya emocional y psicológicamente en la otra, por ello existe esa supeditación. La persona solo se siente fuerte cuando la otra está a su lado.
Al final estas son solo algunas señales que pueden darte una pista de lo que sucede en tu relación. Lo primero que has de entender es que los celos no pueden ser sanos. Cualquier tipo de actitud similar a la que comentamos puede ser un problema a la larga tanto en la relación de pareja, como a nivel individual, por ello es recomendable acudir a un profesional si no se encuentra solución al problema.
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