La depresión es considerada un trastorno del estado de ánimo. Puede ser ocasional y de corta duración (episodio depresivo) o prolongarse en el tiempo y provocar deterioro en diferentes áreas de la vida de quién la padece (social, laborar, estado físico…)
La tristeza es la principal característica de la depresión, pero no hay que confundirla con la tristeza como estado de ánimo transitorio. Esta última es una reacción emocional natural a experiencias tales como las pérdidas ( trabajo, pareja, fallecimientos ) los fracasos o cualquier otra vivencia dolorosa. Y, no sólo es natural, es adaptativa y necesaria para poder aceptar lo ocurrido y tomar conciencia de las propias emociones, de manera que nos permita avanzar en lugar de evitar implicarnos en todo aquello que nos recuerde el dolor sufrido. Ahora bien, si se prolonga y aumenta con el paso del tiempo, ya empezamos a hablar de estado de ánimo deprimido o depresión.
Y entonces…¿cuándo podemos hablar de depresión?, ¿cuáles son los síntomas?
Los criterios principales para diagnosticar depresión son la duración y la interferencia con la vida de la persona: si perdura más de 6 meses o imposibilita para seguir con las actividades diarias podemos hablar ya de depresión.
Una persona deprimida experimenta síntomas como:
- Tristeza y sentimientos de vacío la mayor parte del día, la mayoría de los días.
- Pérdida de interés o capacidad para sentir placer con todas o casi todas las actividades.
- Sentimientos de culpa, desesperanza, inutilidad, impotencia, pesimismo…
- Pérdida o aumento del apetito.
- Pérdida del deseo sexual
- Problemas de sueño.
- Fatiga o pérdida de energía, inhibición o agitación motora ( sensación de estar inquieto o de ser más lento)
- Dificultades para pensar o concentrarse, indecisión, indefensión.
- Irritabilidad y llanto.
- Ideas suicidas.
No todas las personas sufren todos los síntomas ni de la misma manera, es importante mirar más allá de la sintomatología y centrar la atención en las características individuales.
¿Cuáles son las causas de la depresión?
Son muchas y variadas las posibles causas de este malestar psicológico, y habrá que estudiarlas en cada caso particular. No obstante, al ser un problema muy extendido en la sociedad, se ha estudiado a fondo, y por tanto podemos enumerar algunas de las causas más comunes:
- Experiencias traumáticas no reelaboradas que han dejado un profundo sentimiento de impotencia, indefensión, soledad, desesperanza ( abandonos tempranos, malos tratos, enfermedades graves y prolongadas…)
- Padres depresivos con los que la persona se identifica y de los que aprende que la vida es frustrante, no placentera, fuente de sufrimiento…
- Sentimientos de no valía que se han experimentado desde temprana edad o por un tiempo muy prolongado, y las consecuencias de estos. La inseguridad generada a partir de la idea de no ser válido o suficientemente bueno lleva a la persona a evitar situaciones en las que puede exponerse a al juicio o desaprobación de los otros, y, de esta manera, se aísla dificultando relaciones interpersonales placenteras.
- Duelos no resueltos debidos a pérdidas importantes. Dentro de estas pérdidas se incluyen cualquier persona, actividad, posición…como puede ser un puesto de trabajo, una posición socio-económica, un familiar, una pareja, un proyecto personal o profesional.
- Dificultades de adaptación al medio en que se desarrolla la vida de la persona que sufre depresión, ya sea por falta de habilidades, por incompatibilidad con las propias ideas o valores…
¿ Cómo tratamos la depresión en Crescere Psicólogos?
Como en cualquier problema psicológico la forma de abordar el malestar y los síntomas que produce es acudir a las causas de este. Una vez que sepamos la causa o causas principales, podremos tomar conciencia de ellas y poner el foco en generar respuestas emocionales diferentes a estas. Es también muy importante tener en cuenta las consecuencias que la depresión está teniendo para la persona en el presente pues normalmente estas mantienen o empeoran las sensaciones de tristeza ,aislamiento, culpa o baja autoestima. Al ser tan variados los posibles desencadenantes y consecuencias del estado de ánimo deprimido, no hay una forma específica de tratar la depresión, si no que la abordaremos desde la especificidad de cada caso. Trabajaremos junto con el paciente para recuperar la vitalidad, la ilusión, la alegría, la confianza y la autoestima.