Junto con las muertes provocadas por la pandemia, otro drama social que ha sufrido la población ha sido el desempleo. Además, algunas de las personas que han conseguido mantener sus puestos de trabajo han asumido cada vez más responsabilidades, lo que puede provocar que se quemen o que padezcan el también conocido como “síndrome de burnout”. La nueva manera de organizar el trabajo con menos medios, sin menos empleados y con jornadas de trabajo más largas son motivos que pueden redundar en el estrés del trabajador.
Si, además, las responsabilidades que tiene que asumir un empleado no están delimitadas, esto será contraproducente para él al no rendir de la manera que le gustaría, lo que se agudiza aún más en perfiles perfeccionistas. Un entorno de trabajo tóxico, con peleas entre compañeros o con jefes, crea un caldo de cultivo muy pernicioso para nuestra salud mental. Algo a lo que tampoco ayuda la falta capacitación para ciertas tareas o el hecho de lidiar con clientes conflictivos. Leer más